Pasado el acto de bendición de Ntro. Padre Jesús de la Salud, entramos en la parroquia de lleno en la Cuaresma, por ello la imagen de la Virgen de Amor y Esperanza se viste de hebrea. Saya en terciopelo burdeos, manto de raso azul con las vueltas blancas, y fajín de rayas a la cintura. El rostro se enmarca con tela de brillo, y luce sobre sus sienes diadema plateada. Así nos acompañará María en estos 40 días de preparación de la Semana Santa. En unos días abandonará su altar y será trasladada al bajo presbiterio donde se ubicará al pié de la Cruz vacía. Os dejo fotografías de tal y como se presenta ahora, espero sea de vuestro agrado.
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