Un año más, llega el mes de diciembre y con él la fiesta de la Esperanza. Este año para la ocasión, la Santísima Virgen bajó de su altar y permaneció en besamanos cinco días, concluyendo el mismo día 18, fiesta de la Esperanza. Se vivieron bellos momentos en la parroquia, como el acto de oración ante la imagen de la Virgen que se realizó el sábado por la mañana, así como, esa misma mañana, la oración por parte de los niños. Los niños, un día más, fueron los protagonistas en la tarde de la festividad, al acudir a la parroquia, con el párroco y catequistas a orar ante la Virgen y ofrendar alimentos para los hermanos más necesitados, pues durante el besamanos y todas las fiestas navideñas se hizo una recogida de alimentos que se fueron dejando a los pies de la imagen mariana.
Este año se ha recuperado para los cultos, el dosel burdeos que se estrenó en la bendición del Señor, se dispuso ante el altar de la Virgen, siendo escoltado por colgaduras de terciopelo y lámparas de plata. Se estrenaban para la ocasión cuatro pedestales dorados, que escoltaban a la Virgen, así como cuatro candelabros dorados de gran tamaño que se dispusieron en el altar del Señor de la Salud; se estrenaban también, regalo de unos devotos, dos candelabros en plata, de 5 luces cada uno, sobre los que se dispusieron tulipas, acompañando, uno a cada lado, a la Santísima Virgen en su veneración. La Santísima Virgen se presentaba ataviada con su saya blanca y manto verde bordados, sobre la cintura fajín militar rojo. Lucía como tocado, encaje de punto de aguja que ya estrenara en años pasados. Para la ocasión estrenó un broche antiguo con piedra verde en su centro, así como otros joyas características de Ella en otros años; sobre sus sienes, corona sobredorada de estilo clásico que estrenara en el besamanos de 2017. Por su parte, el Señor de la Salud se presentaba con túnica blanca y dorada con cola, potencias doradas, estrenando un alfiler de oro con el nombre de "Jesús". Os dejo fotografías que espero sean de vuestro agrado.
